La “nube” día a día comienza a reemplazar a las formas
tradicionales de almacenar archivos. Si bien no hay un hecho particular que
pueda relacionarse con el nacimiento de la nube digital, el concepto obtuvo su
mayor impulso cuando grandes empresas como Google, Amazon y Microsoft
desarrollaron servicios de almacenamiento en sus servidores.
El hecho de revisar la cuenta de correo electrónico en
servidores como Gmail, Hotmail o Yahoo,
actualizar las redes sociales como Facebook o Twitter, o subir un video
a Youtube puede catalogarse como el antecedente directo a dar “un paseo por las
nubes”.
Para hablar de métodos de almacenamiento, dentro de lo
que conocemos como la era digital, debemos remontarnos al año 1947 cuando una
unidad de acceso aleatorio con capacidad de 0.0625 KB irrumpió en el mercado.
Si bien, existen antecedentes previos de otras formas con códigos de programas
que se almacenaban en tarjetas perforadas, podemos decir que esta unidad fue la
primera referencia de una cadena de dispositivos que van de los Floppy Disk,
los CD-R y los Pendrives, USB, entre otros, hasta llegar a la nueva
"vedette" de nuestro tiempo: el almacenamiento en la nube o nube
digital.
La nube digital o Cloud Computing, en inglés, es un
nuevo modelo de negocio en Internet pensado para ofrecer nuevas formas de almacenamiento para datos,
documentos y archivos. “Puede aplicarse tanto a las personas comunes desde el
momento en que revisan un documento y lo editan sin descargarlo a la PC como a
las empresas que reducen los costos al utilizar las aplicaciones comerciales
desde el servidor de quien provee el servicio de ´nube`” según comenta el
periodista especializado en tecnología Sebastián Herrero.
Si bien no hay un hecho particular que pueda
relacionarse con el nacimiento de la nube digital, el concepto obtuvo su mayor
impulso cuando grandes empresas como Google, Amazon y Microsoft desarrollaron
servicios de almacenamiento en sus servidores. Para el mismo Herrero, el único
documento real que puede darnos un indicio “es el Cloud Computing Manifiesto,
del año 2009, aunque paradójicamente no fue firmado por Google ni Amazon. Allí
se mencionan los principios del Cloud Computing”.
El fin de la dependencia por parte de los usuarios
parece ser el cambio más importante en esta nueva era de almacenamiento de
información. La “nube” permite ingresar a los datos desde cualquier lugar y
dispositivo sin más premisa que acceder a internet. En contraste con aquellos que no usan aun la
nube como recurso de almacenamiento, seguirán condicionados a guardar archivos
en su computadora o accesorios de almacenamiento externo, como los pendrive,
pero en el momento en que no posean dichos dispositivos no podrán tener acceso
a sus documentos. Por esto para Sebastián Herrero “la independencia que este
tipo de dispositivos le otorga a los usuarios es sin duda su mayor virtud”.
Si bien las nubes son una forma de almacenamiento
recién instalada en el mundo de la computación, surge la pregunta sobre cuál
será la tecnología superadora para esta actual
tendencia. Para Herrero “es muy
difícil predecir cuáles serán los avances en materia de almacenamiento si se
tiene en cuenta que en la última Feria de Consumo Electrónico (CES 2012) se
presentaron servicios pensados para seguir mejorando el servicio de Cloud
Computing. Sony presentó Play Memories Online con el objetivo de compartir
fotos y videos en línea y la empresa D-link un router de gran capacidad de
datos para operar en muchas plataformas al mismo tiempo, conjuntamente con una
cámara para monitorear, por ejemplo, la casa accediendo desde la nube”.
Ventajas de la nube
- Acceso desde cualquier sitio y con varios dispositivos. Tus programas y archivos están en la nube, con lo que te basta una conexión a Internet para acceder a ellos y usarlos de modo remoto. Puedes hacerlo mediante un PC fijo, un laptop, un tablet PC, un iPad, un smartphone.
- Todo el software está en un solo sitio. En la nube, claro está. Eso te evita tener que instalar tú los programas en tu PC, tu laptop o todos y cada uno de los múltiples equipos de una red.
- Y no sólo te evita instalar el software, sino preocuparte por actualizar los programas o hacer upgrades. Tu proveedor de la nube se encarga también de eso por ti
- Casi el único programa que necesitas tener instalado es un navegador de Internet con el que acceder a la nube y trabajar en ella.
- Ahorro en software y hardware. En la nube, un mismo programa lo comparten muchos usuarios, sin necesidad de tener que comprar una copia individual para cada uno de ellos. Eso abarata el precio de las aplicaciones.
- Como todos esos programas se ejecutan en la nube y todo se guarda en ella, no hace falta gastar mucho dinero en un PC muy potente y con un disco duro grande.
- Ahorro en mantenimiento técnico. Sin programas instalados o redes de PC complejas que configurar y mantener, los usuarios de la nube deben tener menos problemas informáticos.
- El proveedor de la nube se encarga del mantenimiento técnico de sus propios servidores. El usuario no necesita saber crear redes de computadoras para compartir recursos, porque puede hacerlo a través de la nube.
- Escalabilidad. Un sistema informático es escalable si puede crecer para responder a necesidades más exigentes. Esto es crucial sobre todo para las empresas.
- Con la nube, la escalabilidad está garantizada sin tener que invertir más de lo necesario en previsión de que las necesidades aumenten.
- Si un usuario de la nube necesita más o menos capacidad de proceso o de almacenamiento, el proveedor de la nube se lo facilitará casi en tiempo real. Eso optimiza los recursos en todo momento.
Inconvenientes de la nube
- Falta de seguridad y privacidad. Con la computación en la nube todos tus ficheros e información pasan de estar en tu PC a almacenarse en esa nube.
- Eso implica dejar de tener control sobre ellos. Nunca se puede estar seguro de quién accede a esa información o si está o no protegida como debe ser.
- Eso un riesgo para usuarios particulares pero aún más para las empresas. Ellas deben confiar informaciones internas y confidenciales a un tercero, que puede o no ser fiable.
Además, es más probable que un hacker intente acceder
a la nube que a un PC privado. El botín es mayor.
- Sin Internet no hay nube. En la computación en la nube todo depende de que la conexión a Internet funcione. Si no es así, el cliente no podrá acceder a los programas ni los datos.
- Problemas de cobertura legal. Los servidores de la nube pueden estar en cualquier parte del mundo. Si hay problemas, no está claro qué ley debe aplicarse o si ésta podrá proteger al cliente.
- Conflictos de propiedad intelectual u otros. La información de los clientes ya no está en sus manos, con lo que pueden surgir problemas sobre a quién pertenece.
Eso puede llevar a situaciones delicadas, por ejemplo
si el cliente pretende cambiar su proveedor de computación en la nube o si éste
quiebra o comete alguna ilegalidad.
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